Guardián

Si me preguntas cuál es mi oficio, te diré:
yo paseo.
Allá por lo sentido está mi cuidado,
lo rondó sigilosamente para no espantarlo,
me perfumo ausente como el lince
para admirar las caricias
las fragancias
las conquistas
las catástrofes
o las indiferencias.
Todo lo levito
como a flores que hay que guardar
no dichas entre la tierra acechante,
como si la palabra las marchitara,
como si el ser ante ellas
las despojara de ser.

Flores en campos minados, p. 14

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