Solitario al amanecer,
cuando todos atardecen,
recojo flores en campos minados,
y lo mismo que estallara el cuerpo,
estalla el alma de las primeras luces
que devoro en la cosecha.
Solitario al amanecer,
cuando ocultos los libros,
leo al sol escribiendo en la pradera
lo jamás escrito.
Flores en campos minados, p. 9