Se dice que cierto director de cine, o cierto crítico, decía que Star Wars era un western cambiado de escenario. De las llanuras polvorientas se pasaba a las inmensidades espaciales, de los indios a los marcianos, etc. Existe de hecho un género llamado space western que sitúa a los vaqueros del oeste en un contexto de ciencia ficción, y muchos no tienen reparos en encajar la saga de la que hablamos en este cajón. Yo aquí voy a negar esta asunción y voy a defender que Star Wars no se parece especialmente a una película del oeste, sino a otro género: la fantasía épica. A continuación expongo la comparación en varios puntos:
- Hay buenos y malos como en las películas del oeste, y como en casi todas las de cualquier otro género. Pero el western admite matices muy humanos que en los idealizados personajes de la fantasía, espacial o medieval, están simplificados o configuran una tragedia existencial entre el bien y el mal —la luz y la oscuridad—.
- Gente pegando tiros, sí, como en todas las películas de gangsters, thrillers, asesinatos, etc. de todas las épocas y lugares. Pero si algo es memorable de Star Wars es la lucha con espadas láser. Espadas especiales y poderosas, como las espadas mágicas tan frecuentes de las épicas medievales
- La magia, el criterio sin duda más potente a favor de mi tesis. No hay absolutamente ninguna magia o poder sobrenatural en el western, pero es central en nuestra saga, como en cualquier fantasía épica que se precie. Los jedis son sujetos poseedores de un talento sobrenatural que pueden usar para el bien o para el mal. Vemos de nuevo cómo los matices se difuminan ante esta fuerza que arrastra a los personajes.
- Seres mitológicos y monstruos. Solo retorciendo ridículamente el relato podemos considerar a los indios como seres fantásticos. En Star Wars encontramos todo tipo de criaturas con cualidades de lo más variopintas. En las sagas de fantasía tenemos un muestrario igual de variado: elfos, orcos, trolls, dragones, enanos, arañas gigantes, hombres-oso, y cualquier cosa que se le ocurra al autor.
- El contexto político de un imperio tiránico frente a los libertarios republicanos. En el western no hay luchas contra monarquías opresoras. Esto, sin embargo, es muy habitual en las fantasías medievales, llenas de reyes, príncipes, princesas y mercenarios. Los protagonistas del western, por otro lado, no tienen rastros de mesianismo, como sí tiene, por ejemplo, Luke Skywalker, un tipo elegido por la fuerza para grandes destinos. Esto también es muy frecuente en las fantasías épicas, donde sujetos aparentemente humildes se convierten en héroes y realizan su naturaleza redentora.
- Las fantasías épicas escapan de nuestro mundo, no les interesa el mapa real sino el inventado por su historia, como sucede en Star Wars. Todo lo contrario del western. Las películas del oeste transcurren en una contexto histórico-social real y reconocible que deja poco espacio a las alegrías fantaseadoras tan necesarias para la ciencia ficción y la épica medievalizante.
En conclusión, los criterios que se aducen para comparar Star Wars con el western son demasiado generales e imprecisos y podrían aplicarse prácticamente a toda historia de buenos y malos, exploraciones y pistolas. Sin embargo, hay elementos en La guerra de la galaxias que son totalmente contrarios a los tópicos de las películas del oeste y que encajan a la perfección con el producto típico de la fantasía épica o heroica: monstruos, magia sobrenatural, imperios, elegidos, espadas poderosas, mundos fantásticos, lugares fabulosos, etc.