El negocio del misterio
Reconozco que he sido consumidor de los productos del misterio, especialmente en su formato radiofónico. La amenidad con que eran presentados en La Rosa de los Vientos, y la distancia que su presentador era capaz de tomar respecto a lo que allí se contaba, hacía de este programa un lugar de tránsito sugestivo para la curiosidad. Nada que ver con el desasosiego sensacionalista que irradian productos como los milenios de Iker Jiménez —jamás fui capaz de escuchar ninguno entero—.… sigue leyendo →